Oct 11, 2008

Ironman

Una de las pocas películas de verano que sí tenía ganas de ver es Ironman, pero no la pude ver hasta el día de hoy. Ironman es una película basada en el comic del mismo nombre que trata sobre la vida de Tony Stark, genio diseñador de las armas más poderosas de toda la tierra.

La película comienza con un viaje a el medio oriente en el que Tony es secuestrado por un grupo de terroristas. Los terroristas lo obligan a construir un misil, pero en lugar de eso Tony se dedica a construir una armadura.

Por lo que nos dicen después Tony tardó tres meses en construir esta armadura y los terroristas nunca se dan cuenta de que les están tomando el pelo. Esto me hace pensar que la gente del medio oriente en realidad es perfectamente pacífica y no tiene ni idea de cómo se ve un misil y cuál es la diferencia entre éste y una armadura (ya poniéndonos más filosóficos yo diría que es porque no tienen Grand Theft Auto). Para ayudarles con estos problemas les voy a incluir la siguiente guía:



Con ayuda de su armadura, Tony logra escapar de la cueva donde está atrapado sólo para verse rodeado por enemigos. Para huir activa los jets de su traje y vuela hasta un punto indeterminado del desierto. Aunque su armadura (que resiste cientos de explosiones y miles de balas) queda completamente destruida por la caída, él sólo termina con un brazo roto y algunos rasguños.

Al regresar a Estados Unidos, Tony (quien ya se recuperó del brazo roto, probablemente porque tiene sangre de Wolverine) se da cuenta de que ya no quiere hacer armas de destrucción masiva porque le está haciendo mal al mundo. Esto lo lleva a cambiar profundamente y a construir un traje todavía más poderoso y destructivo que el anterior (la ingeniosa estrategia de dejar de comer chocolate comiendo más chocolate que antes).

Con este traje nos defiende del mero malo y salva al mundo. Al final hay una conferencia de prensa en la que una reportera buenota le pregunta: “¿realmente cree que nosotros vamos a creer que era un guardaespaldas en el traje y no usted?” ¡Obviamente no! Si el día de mañana un robot destruyera la mitad de la Ciudad de Nueva York yo no pensaría ni por un momento que fueron grupos militares o guardaespaldas o terroristas, no señor, pensaría que fue Bill Gates, el ricachón genio.