En los baños del Tec de Monterrey Campus Querétaro pusieron un anuncio muy interesante que dice que el consumo de alcohol puro ha aumentado a un promedio de 7.8 litros diarios de consumo por persona, el anuncio luego nos dice que es una situación alarmante (con toda razón).
De acuerdo con un tríptico del departamento de prevención del Tec, una “bebida estándar” (un tarro de cerveza, una cuba libre o un caballito de tequila) contiene doce centímetros cúbicos de alcohol puro (es decir doce mililitros), eso significa que necesitaríamos tomar seiscientos cincuenta caballitos de tequila o el mismo número de tarros de cerveza. Mi primera impresión fue que el número estaba increíblemente exagerado, en particular tomando en cuenta que por cada persona como yo (que no toma) hay una persona tomando cuatrocientos litros diarios de cheve. Pero el viernes en la noche regresó mi primo de su viaje al Campus Estado de México a contarnos historias de terror.
El viernes mientras practicabamos para el concurso del sábado en la mañana me platicó un par de anécdotas, la primera fue sobre un viaje escolar en el que tres alumnos decidieron irse a celebrar. A las tres de la mañana el profesor que iba acompañándolos recibió una llamada porque tenía que ir a recoger a sus alumnos a la delegación. Resulta que los chavos estos se habían puesto bien borrachos y se habían peleado en un antro. Por si no fuera suficiente resulta que a uno de los alumnos le encontraron droga y se lo había llevado la federal. Cuando por fin pudieron encontrar al último monito, el chavo ya caminaba como vaquero. La segunda historia involucra a otro grupo de alumnos que fueron a los rápidos en Veracruz, se pusieron borrachos y al día siguiente amanecieron todos menos uno. Al último monito lo estuvieron buscando como locos pero jamás lo pudieron encontrar y nadie recuerda qué pasó la noche anterior.
Después de esas aventuras uno se da cuenta de que las estadísticas no mienten.